Templos e Iglesias
Catedral Metropolitana o de Nuestra Señora de la Expectación
San Luis Potosí
Santa Iglesia Catedral, este bello edificio se levanta en el mismo lugar donde estuvo la primitiva iglesia parroquial de San Luis, una rudimentaria ermita de adobe y techo de tejamanil, en la que el primer párroco de la ciudad, don Andrés Nieto, empezó la administración de los sacramentos, en mayo de 1593.
Esté segundo templo, a su vez, fue demolido en 1670, para dar lugar a la iglesia actual, colocándose la primera piedra en ese mismo año. En 1701 el maestro de arquitectura Nicolás Sánchez dirigía la construcción y fue hasta 1730 cuando se bendijo solemnemente. La nueva iglesia parroquial se construyó de cal y canto, de orden dórico, con dos series de pilastras y tres naves.
Al erigir Pío IX la diócesis de San Luis Potosí, la iglesia parroquial fue elevada al rango de Catedral en 1854, para lo que se le hicieron fundamentales transformaciones. En 1896, con motivo del jubileo episcopal del Ilmo. Sr. Montes de Oca, él mismo mandó decorar totalmente el interior y poner el actual pavimento. Más tarde, para el primer centenario de la independencia, construyó la torre del lado norte, toda de cantera, copia exacta de la ya existente en el lado sur; cambió las estatuas de los Doce Apóstoles, que eran de piedra y defectuosas, que adornaban los nichos de la fachada y las sustituyo con las actuales, de mármol de carrara. Las esculpieron allá mismo los Hnos. Biagi, y son copia de las colosales estatuas barrocas existentes en el interior de la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma, aunque de menores proporciones, se colocaron en noviembre de 1906.
La fachada es de cantera rosa, sufrió algunas modificaciones a principios de siglo, citando se construyó la torre norte. Los cubos de las torres se cubrieron con cantera, en el frente; se arreglaron los marcos de las mismas, se corrigieron los nichos, etc. la fachada presenta una interesante modalidad barroca.
Arriba de la puerta mayor se encuentra el ventanal, y sobre él, un medallón ovalado, el cual ocupa el lugar en que antes estaba el Escudo de Armas de la Ciudad. Encierra una leyenda que, traducida, reza: “Papa Pío IX el 31 de agosto de 1854 elevó esta iglesia Potosina a la dignidad de Catedral”. Más arriba se encuentra el reloj, que data de 1866.
La torre del norte, toda de cantera gris, fue construida para 1910, copiando la del sur, que es de cal y canto, que data de 1730.
La torre sur, en su base, está a 1877 metros sobre el nivel de mar, es el barroco salomónico en su fachada central. Es la audaz columna dividida en tercios; el primero es una selva de acentos con niños; el segundo lleva una moldura helicoidal que da el movimiento giratorio salomónico; y el tercero es un gracioso petatillo que la remata antes del capitel.
El interior está divido en tres naves: la central, con ocho bóvedas, y las dos laterales, con siete. Las tres naves llegan hasta el muro de la calle de Morelos. La antigua decoración de 1896, obra de los italianos Claudio Molina y Giuseppe Compiani (decorador éste de algunos palacios en Constantinopla, Rusia, Alejandría y California), fue restaurada en 1954, por el decorador Francisco Ramírez. Se respetó únicamente la decoración de las bóvedas, renovándose la pintura. A los muros se les dio un color claro y se raspó toda la cantera de los pilares, arcos y altares que estaba pintada.
Entrando, a la derecha, está el sepulcro y monumento del Ilmo. Sr. Montes de Oca, es un hermoso mausoleo en estilo del renacimiento de mármol de carrara y estuco.
El órgano tubular construido en Guadalajara por los hermanos Francisco y Fermín Orriza, en 1866, restaurado en 1971 y reinaugurado con un recital el 17 de agosto de mismo año.
En la nave norte encontramos a la altura del presbiterio, el altar de las Animas o de San Francisco de Paula; luego, el de Nuestra Señora del Rosario y enseguida el del Santísimo Sacramento. Finalmente, se ve el altar de la Virgen de los Dolores. Formando ángulo con éste, se halla el monumento sepulcral de los tres primeros obispos potosinos. Hace juego con el del Ilmo. Señor Montes de Oca, quién lo construyó. Es de mármol y estuco, neoclásico. En el centro, dentro del arco, la lápida con la dedicatoria: “El cuarto obispo de San Luís a sus tres predecesores”. Inmediatamente arriba, el medallón de bronce con el retrato del primer Obispo, D. Pedro Barajas. Sobre la cornisa, una cabeza de Cristo en agonía; a un lado, el busto en yeso del segundo obispo, el Potosino D. Manuel del Conde, y al otro lado, el tercero, D. Nicanor Corona.
En la nave principal al pie de las dos primeras pilastras, las esculturas de San Sebastián y de San Luís Rey de Francia, ambas de procedencia francesa, de la Maison Raffl, de París.
El altar mayor está formado por un bonito ciprés de mampostería, tiene dos cuerpos, en el primero, el manifestador y en lo alto, la imagen de Ntra. Sra. de la Expectación, obra de Perrusquía.
Frente al ciprés se ve la mesa del altar, y abajo, una hermosa escultura de San Sebastián. Es copia de la que existe en las Catacumbas de San Sebastián, en Roma, cuyo autor es Giorgetti, discípulo de Bernini. El Ilmo. Sr. Montes de Oca trajo de Roma esta escultura, labrada por un discípulo de Canova, tuvo un precio entonces de $10,000.00.
En la sacristía hay varias pinturas como la muerte de San José, los Siete Sacramentos, de Páez, Santo Domingo, Señor de la Columna, San Nicolás de Bari, de Nicolás Rodríguez Juárez, Santa Rosa, de Patricio Morlete, un óleo representando al Pbro. Ambrosio Rivera de Pereda, quien dirigió las obras de la transformación de la Catedral. Entre los retratos al óleo de los obispos, destaca el del Ilmo. Sr. Montes de Oca, del italiano Erulo Eroli.
Actualmente es la iglesia más famosa por estar en el corazón del centro histórico y las principales actividades religiosas y culturales de la capital. Es la única catedral en el mundo que cuenta con 24 apóstoles en su construcción, 12 de piedra y 12 de mármol.