La Maltos

San Luis Potosí

Maltos, Niño, Duende, Edificio, Ipiña

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Última actualización: julio 2024

La Maltos

marzo 25, 2017  •  9346 Visitas
Fotografía: El Sol de San Luis

San Luis Potosí

El edificio Ipiña (Apellido de sus primeros dueños) está ubicado en la ciudad San Luis Potosí en México, construido de 1903 a 1912, con tres pisos, comprende casi toda la manzana. En el sitio que hoy ocupa el magnífico edificio, había un pequeño manantial. En el mismo terreno, en la época colonial, había un centro de reclusión para los detenidos por la Inquisición.

Una mujer conocida como La Maltos, practicante de artes oscuras, habitó en ese lugar, extrañamente a pesar de sus costumbres, fue nombrada inquisidora y bastaba solo su palabra, para aplicar tormento y matar en las mazmorras de dicho edificio las personas que ella señalaba. Trataba a los reos cruelmente y los sacrificaba en persona. La gente decía que tenía pacto con Satanás, pues era una mujer diabólica. Temida hasta por personajes políticos y de renombre, que preferían tener amistad con ella en lugar de tenerla como enemiga.

Pero un día La Maltos cometió un grave error al sacrificar a dos personas de mucha influencia política y económica. Entonces el alto mando inquisidor mandó arrestarla. La policía rodeó la casa obligándola a refugiarse en su amplia habitación; ante el jefe de la policía, acompañado de dos subalternos; la hechicera, trazó en la pared con sus propios dedos, una carroza, jalada por dos grifos gigantescos, conjurando con palabras cabalísticas, le dio vida.

Ante sus captores armados, subió ágilmente a la carroza que se fue perdiendo en el horizonte, sacando enormes chispas de fuego, envuelta en llamas. Nunca más se volvió a saber de la Maltos.

Hoy en día se cuenta que en el estacionamiento del edificio se ha visto a un niño corriendo, es pequeño y casi no se le mira ropa –otros aseguran que es un duende-, el cual siempre está riendo. Luego corre y atraviesa la puerta que lleva hacia adentro. Ha sido captado por las cámaras de vigilancia que tienen en la oficina.

También se escuchan los taconazos de una mujer, de la cual solo se ve un bulto que atraviesa todo el estacionamiento, cruza la calle y se mete en la casa de enfrente donde estuvieron antes las oficinas de Turismo.